Los expertos apuestan a una mejora en las ventas y una mayor demanda de inmuebles
(TELAM) Las proyecciones para 2022 son positivas entre los desarrolladores inmobiliarios, con perspectivas de una mejora en las ventas y una mayor demanda de propiedades.
“Tenemos claro que será un buen año, vemos un contexto propicio para la recuperación de las ventas y el retorno de la inversión”, señaló Leonardo Rodríguez Nader, CEO y cofundador de CMVN Comunidad de Inversión.
Dijo que “es un buen momento, la historia ha demostrado que luego de grandes crisis internacionales viene un período prolongado de crecimiento” y proyectó que “las grandes ciudades como Buenos Aires se reordenarán y serán un gran foco de inversión por la infraestructura y los servicios que ofrecen”.
“La vida urbana se afianzará en una propuesta de múltiples usos. El turismo internacional será un gran reactivador que pondrá a prueba una capacidad instalada insuficiente con muy poca inversión en las últimas décadas”, agregó.
Por su parte, Ari Milsztejn, CEO de G70 Desarrollos, confió en que el 2022 sea “un poco más claro, para poder proyectar por lo menos todo el año; la construcción va a seguir porque sigue siendo el único refugio de valor a largo plazo”.
Sostuvo que en 2021 “las ventas fueron escasas” y que “todos los factores llevaron a que las unidades bajen sus precios en dólares, lo que generó que, a la hora de cerrar operaciones en obras avanzadas, los tiempos de negociación se estiraran y las ofertas fueran muy por debajo del equilibrio”.
De todas maneras, Milsztejn destacó que las construcciones “avanzaron a buen ritmo” apalancadas por la suba del dólar y que los precios de la construcción arrancaron el 2021 estando bajos, pero fueron aumentando a medida que avanzó el año.
De cara al corto y mediano plazo dijo que se necesitan “reglas claras, beneficios impositivos y fiscales para el que construye y para el comprador”.
Rodríguez Nader sostuvo que “es imperiosa la derogación de la ley de alquileres o su modificación hacia un modelo que funcione para todas las partes” y que “es fundamental trabajar en una nueva ley de promoción privada para el acceso a la vivienda”.
En la misma línea, Hernán Nucifora, CEO de Global Investments, dijo que “las expectativas del 2022 son construir entre todos un mercado más sano, más competitivo, con mejor financiamiento y acceso a la vivienda. Ver de qué manera una persona de clase media, media baja y media alta puede acceder a su vivienda”.
Marcelo Buyo, director de Booho Developers señaló que “la situación actual es similar a la del año 2015, los proyectos en pozo son los que buscan el inversor individual y el mayorista. Gran parte de estos se comercializan con un anticipo y financiamiento en la obra con el objetivo de ir canalizando los pesos que se generan y así enfrentar la devaluación de la moneda a causa de la inflación”.
En cuanto a los niveles de la actividad, Santiago Tarasido, CEO de CRIBA analizó que “el 2021 fue un año de mucho sacrificio y crecimiento, superamos una de las peores crisis de la historia del sector construcción gracias a la gran inversión que se hizo en tecnología, procesos y seguridad que nos permitió retomar la operación en las obras rápidamente y recuperar, en el corto plazo, los niveles de actividad pre pandemia”.
“Es fundamental generar incentivos para la reactivación del sector, que es un gran multiplicador de la economía. En cuanto al sector de obras privadas, es importante generar herramientas que favorezcan la inversión”, afirmó.
Juan Manuel Tapiola, Ceo de Spazios, aseguró que “la demanda está expectante y latente” y que “lentamente las proyecciones van mejorando y eso genera que la expectativa del contexto mejore y el mercado inmobiliario vuelva a ser atractivo en 2022″.
Por otra parte, Luis Guido, director de Grid SA consideró que “en este momento, los únicos desarrollos que pueden considerarse una oportunidad son los desarrollos que tengan que ver con el sector del turismo”.
“Mientras siga la post pandemia hará que se mantenga la tendencia de un mayor turismo interno en la Argentina. Esto hace que cualquier desarrollo que tenga renta relacionada con el sector turístico parecería que está dando mucho mejor perspectiva de renta que cualquier propiedad destinada a vivienda o, fundamentalmente, al sector de oficinas que también se ha visto muy deteriorado”, concluyó.
Fuente: La Nación